Entre los refugiados que han llegado hasta Idomeni hay heridos que cuentan cómo les explotó una bomba cerca y perdieron a algún familiar. El horror era tal que huyeron, aunque fuera en silla de ruedas, como el hombre que aparece en esta imagen. Una vez en Grecia se han buscado la vida como han podido y vender tabaco es una opción, aunque dicen que ya hay demasiados puestos. Las cajetillas de Marlboro, por ejemplo, se venden por menos de tres euros.