Los escolares de Vega de Pas reclaman una ruta turística en La Engaña
El Colegio Doctor Madrazo trabaja este semestre con la historia de este trazado para el tren y reivindica con una excursión que se arregle y se le dé utilidad
En la garganta oscura del túnel de El Majoral brillan lucecitas de colores. Los puntos que titilan como estrellas avanzan hacia la boca norte. Voces infantiles resuenan contra la bóveda, pero no es posible distinguir nada. Por fin emergen de la negrura, con sus linternas, los niños del Colegio Doctor Madrazo, el único de Vega de Pas, con 44 escolares. Los acompañan sus profesoras. Quieren que conozcan sobre el terreno el abandonado trazado ferroviario de La Engaña, en Yera, sobre el que tantas anécdotas han oído contar a sus padres y abuelos.
«Como se celebraba el milenio de los pasiegos, se nos ocurrió hacer con los alumnos un trabajo amplio sobre el proyecto del ferrocarril Santander-Mediterráneo, porque, además, sabían muy poco de esto. Hoy (por el miércoles) los hemos traído aquí para que vean cómo fue de verdad todo lo que les hemos enseñado en clase», explica la profesora Isabel Pérez Carral. El colegio ha aprovechado la serie de reportajes sobre el túnel de la Engaña que ha publicado El Diario Montañés para ejercitar también «aspectos del lenguaje y de la comprensión de textos».
Los niños quieren contar lo que han aprendido. «El túnel de La Engaña lo hicieron los presos políticos en tiempos de Franco y hay gente que ha muerto por un tipo de enfermedad que se llamaba silicosis», aporta José Sainz, apoyado en la vara que le ha ayudado a cruzar los cuatro túneles cortos que hay entre el de La Engaña (6.976 metros) y la ruinosa estación de Yera. «Y solían caer piedras del techo y los mataban», amplía Aitor Sainz.
Los escolares, de entre tres y doce años, han tomado conciencia del valor de un lugar que tienen muy cerca de su pueblo, a cinco kilómetros. «Hay muchas cosas bonitas, pero lo están desgraciando. Me gustaría que se arreglara y que pudiera pasar el tren», dice Cristina Laso. «Pediría que no se desperdiciara todo el trabajo de tantas personas. Los túneles de la Engaña son una obra que debería estar bien presentable para que la conocieran todos los países», opina Karina López. «No tendrían que dejarlo caer, para que se hiciera una vía turística y la gente pudiera venir a ver lo bonito que es», añade Erika Gómez.
Otra de las niñas, Patricia Pelayo, razona así: «Muchas personas murieron construyendo el túnel. Aunque no se pueda reconstruir literalmente porque costaría muchos millones, pues que hagan una ruta. Muchas personas han aprovechado y, como está abandonado y no se sabe a quién pertenece, han cogido y se han apropiado de lo que han querido». «Sí, que hagan una ruta para que lo conozca todo el mundo», se suma Iker Cano.
La directora del colegio, Ana García, ha escuchado con atención a los escolares. «Elegimos el tema de La Engaña en el plan lector porque es muy significativo para ellos. Forma parte de su propia historia y de la historia de España, aunque lo tengamos aquí. Está muy bien que los alumnos conozcan de una forma real lo que se hizo con los primeros presos republicanos. Pero con la excursión de hoy también queremos concienciar a los políticos y a todos de que es una pena que esta infraestructura se pierda. Convertirlo en algo útil, una vía verde, por ejemplo, sería bueno para los habitantes de Vega de Pas».
(En Yera, Vega de Pas, a 18 de noviembre de 2011)