Que a los españoles nos aburre la política es un tópico que parece tener los días contados; después de décadas bostezando en los debates sobre el estado de la nación o cambiando de canal cuando llegaban las noticias políticas, en Ciudadanos han dado con la solución: meter un poco de humor en el congreso de los diputados.
Y es que, desde que nos dejara Labordeta, la verdad es que puñaladas y mala leche hay a raudales, pero lo que se dice diversión…
Pues a esa sosura va a poner remedio la formación naranja, que ha decidido colocar de cabeza de lista por nuestra región a Félix Álvarez, ‘Felisuco’. Y a pesar de que al principio muchos sospechabamos que era una noticia de ‘El mundo today’, resulta que la broma iba completamente en serio.
De las capacidades políticas de Félix Álvarez no sabemos demasiado, pero su talento y valía para el mundo del espectáculo lo puede juzgar todo el mundo porque está a la vista, o lo ha estado en los últimos años, cuando salía en televisión en programas de gran audiencia.
Cada uno sacará sus conclusiones, pero lo cierto es que su candidatura coloca no ya a Cantabria, sino a la misma España en la gran tradición democrática de buscar el voto con cualquier recurso, siempre que no tenga nada que ver con la política. Así que ya podemos sacudirnos los complejos: si en Italia votaban en masa a Berlusconi y hasta Cicciolina llegó a tocar pelo en las elecciones; si Clint Eastwood es alcalde de su pueblo y Arnold Schwarzenegger gobierna California, ¿por qué no vamos a tener nosotros como representante al protagonista de ‘La cena de los idiotas’?
Ya que, como se gritaba hace justo cinco años en todas las plazas españolas, «no nos representan», al menos que nos diviertan. Y para eso, qué mejor que recurrir a profesionales, claro.
Aunque, puestos a buscar humor de verdad, tal vez la de Félix Álvarez no sea una apuesta demasiado segura; si la cosa va a ir de humoristas, bien podrían haber repescado a Antonio Ozores, cuyo discurso no tiene nada que envidiar al de muchos políticos; en el fondo, se les entiende lo mismo. A Luis Piedrahita, el rey de las cosas pequeñas, lo pueden poner a encabezar el grupo mixto, y Eva Hache bordaría el antipático papel de jefe de la oposición. Y a la hora de redactar leyes, qué mejor que resucitar a Tip y Coll, inspirándose en sus surrealistas instrucciones para llenar un vaso de agua.
Pero, puestos a elegir, lo que a mí de verdad me hubiera gustado es que fueran al congreso Faemino y Cansado. Y no importa por qué lista se presentaran: yo les votaría, sin dudarlo. Y no me perdería ni un pleno. Porque iban a estar mucho mejor allí dentro, que en la calle delinquiendo…