Música: Junkie XL. Fotografía: George Richmond. Reparto: Alicia Vikander, Daniel Wu, Dominic West, Walton Goggins, Kristin Scott Thomas, Alexandre Willaume.
Género: Aventuras | Salas: Cinesa y Peñacastillo
Apunto de caramelo el ‘Ready Player One’ de Steven Spielberg, canto de amor a los videojuegos del cineasta de ‘Tiburón’, que algunos auguran como un antes y un después en la percepción del mundo virtual, se instala en cartelera el regreso de ‘Tom Raider’, una heroína con hechuras y factura que vende su cercanía y una presencia más terrenal. Lo cierto es que Roar Uthaug, cineasta noruego, responsable de ‘La ola’, una incursión en el subgénero de catástrofes, ha realizado un documento nostálgico ochentero con escaso gancho, falto de ritmo y tirando de tópicos. Ante semejante panorama sólo la presencia de Alicia Vikander, excelente actriz que parece dispuesta a dinamitar su carrera interpretando a Lara Croft, aporta un aire de serenidad tanto a la trama como a la definición del personaje. De hecho uno se pregunta qué sentido y justificación tiene, más allá de la lógica apelación a la taquilla, esta vuelta de tuerca al personaje que encarnara en dos ocasiones Angelina Jolie a principios de la pasada década. No hay furia ni nervio en este continuo viaje adelante y atrás, entre peleas y caídas, zarandeada ella y el resto de criaturas en una acumulación digital con escasa gracia coreográfica. De Londres a una isla de la costa de Japón, el periplo imaginativo y físico se antoja pesado y monótono, muy gris en las soluciones dramáticas a la hora de dotar de calidez y empatía a los perfiles atrapados en su búsqueda particular y obsesiva, pero ajenos a transmitir algo de sí mismos. Uthaug se limita a dejar que el rostro de Vikander revele hondura y pausa entre tantas idas y venidas alocadas, de una persecución londinense en bicicleta a unas escenas supuestamente espectaculares en el mar. Además, cuando se trata de reivindicar la esencia de la aventura, el filme se mira demasiado en la saga de Indiana Jones, y en la búsqueda de una tumba misteriosa el vínculo entre Lara Croft y su padre transparenta demasiadas afinidades y deja vu. La actriz es risueña, luminosa y trata de humanizar el personaje despojado de las líneas primarias de su origen audiovisual. Pero el drama familiar parece mera excusa, el motor de la aventura es confuso y el enredo globalizador de fondo apunta a una inevitable continuación de la saga, reinventada aquí con escaso acierto y tono. Si se trataba de cubrir a la joven, heroína a su pesar, de una pátina feminista nada de ello es visible. ‘Wonder Woman’, con menos ruido y el talento de Patty Jenkins y su actriz Gal Gadot, lograba muchos más subrayados y, además, entretenidos. Pero aquí todo es impostura y vacío. Y si es mera pose y etiqueta la película se resiente aún más. Si en el primer tramo se apuntaban maneras de personalidad visual, el filme desemboca en lo convencional y trillado. El humor y la distancia se vuelven carne de género hiperventilado por la grandilocuencia. Mientras, Alicia/Lara corre desesperada hacia ninguna parte.
Guillermo Balbona comenta la actualidad cinematográfica y los estrenos de la semana
Sobre el autor
Bilbao (1962). Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense. Ser periodista no es una profesión, sino una condición. Y siempre un oficio sobre lo cotidiano. Cambia el formato pero la perspectiva es la misma: contar historias.