Francofonía ll
Francofonia, le Louvre sous l’Occupation.
País: Francia, Alemania, Holanda. Director: Aleksandr Sokurov.
Reparto: Louis-Do de Lencquesaing, Vincent Nemeth, Benjamin Utzerath, Johanna Korthals Altes, Jean-Claude Caër, Andrey Chelpanov.
Sala: Los Ángeles. De miércoles a domingo.
En ocasiones parece una de esas fotografías congeladas de grandes espacios, interiores, bibliotecas y palacios de la artista Candida Höfer. No es del todo un drama histórico aunque presume de ello y tampoco un documental puro y duro. Hay ficción en la base y en la esencia, y archivo y recreación y arriesgada travesía simbólica sobre las relaciones entre el arte y el poder. ‘Francofonía’, presidido por el epígrafe ‘El Louvre bajo la ocupación de la Alemania nazi’, es el ultimo trabajo del realizador ruso Alexander Sokurov, cineasta de la desbordante ‘El arca rusa’, siempre con el punto de mira en grandes territorios y personajes de la historia. Con carácter de estreno recala en la programación de la sala santanderina Los Ángeles esta incursión, entre la ficción y el documento, que permite al cineasta ofrecer una especie de díptico sobre el poder, el arte, los museos como mausoleos, la cultura europea y la influencia de la política. Al contrario que su propensión al plano secuencia como en la citada obra cumbre, aquí opta por lo fragmentario propiciado además por ese cuento, metáfora y símbolo de un navegante cuyo buque cargado de obras de arte corre el riesgo de hundirse en el mar en medio de una tormenta y, en paralelo, como contrapunto, alternándose, Sokurov recurre a los hechos reales centrados en el funcionario francés que dirigió el famoso museo y el militar nazi encargado de preservar y custodiar esa riqueza. Son precisamente con los relatos paralelos, que subyacen a la historia principal, en los que el filme crece en potencia y, en su condición de palimpsesto a través de la escritura borrada del pasado, aflora la reflexión entre personajes simbólicos, ficciones e ironías. Con vocación de ensayo, pero exento de manierismos y artificios experimentales, el filme contiene tanto imágenes hermosas como un paseo con dron por París y una mirada cargada de interrogantes. Densa película de apenas noventa minutos, ilustración artística pero sin pedantería ni ampulosidad, el propio cineasta interroga a sus criaturas para otorgar más solidez y provocación a sus inquietudes. ‘Francofonía’ es una particular balsa de la medusa cinematográfica y artística donde lo humano emprende una travesía dentro de un contenedor que es el museo. A modo de alegoría, el cineasta de ‘Madre e hijo’, a través de su propia voz, se convierte en el Napoleón de un cine que busca fascinar desde la inquietud y preguntar desde lo sofisticado. Superposición de miradas históricas en un Titanic del arte que abre otro forma de relatar en el encorsetado panorama narrativo del cine digital.