Mecanic: resurrection
EE UU. 2016. 99 m. (16). Acción.
Director: Dennis Gansel.
Intérpretes: Jason Statham, Jessica Alba, Tommy Lee Jones, Michelle Yeoh.
Salas: Cinesa y Peñacastillo
El apéndice del título, ‘resurrección’, ya augura que la originalidad no es precisamente el punto fuerte de esta secuela que deambula en modo zombie tan reiterativa como ya vista. Su personaje, especialista en matar sin dejar rastro, ¿les suena?, es un personaje monocorde a medio camino entre el que encarnara Charles Bronson y los replicantes de ese cine de acción viajero tan de moda en la última década. Jason Statham no necesita apenas vestuario, viaja por el mismo precio e idéntica ropa, de Brasil a Tailandia, de Australia a Europa, a la velocidad de la muerte. Todo es pura fachada, incluso Jessica Alba hace de decorado bonito en un filme decididamente machista y plano que parece patrocinado por una agencia de viajes especializada en el exterminio selectivo. A excepción de alguna secuencia de acción y vértigo con cierta intención de impacto –la que transcurre en el rascacielos– y alguna que otra coreografía de violencia y fuga, el resto es un guión básico y vulgar, ‘mecanizado’, que al parecer ha necesitado de casi cinco cerebros para echarle una sombra de imaginación. Statham, tan impasible y anodino como siempre, no gasta rictus ni gestos en veleidades psicológicas. Lo suyo es el garrote y cual recadero liquidador invierte la presencia de su personaje en lograr que cualquier atisbo de interpretación «parezca un accidente» por utilizar el lema que preside esta secuela y su película madre. Aquí el personaje aparece y desaparece con la misma facilidad con la que se creó e idéntica profundidad, es decir, ninguna. Nadie se ha molestado ni en fabricar ciertas raíces a este regreso o en rodar un puñetero flash back que otorgue poso y autoridad a este asesino de recursos infinitos, tan pragmático como higiénico. Tras ‘Espías’ y el enésimo ‘Fast & Furious’ el actor británico se pone a las órdenes, es un decir, de Dennis Gansel, cineasta de ‘La ola’ para hacer crecer a su exterminador Arthur Bishop. A modo de parchis globalizado en busca de la muerte más retorcida y circense, y pese a un caricaturesco Tommy Lee Jones en el tramo final, las sensaciones invitan a pensar que el cine decidió huir del set de rodaje. ‘Mechanic’, en muchos fases ridícula, en otras manifiestamente impotente, desciende al esperpento cuando se busca un hueco entre Bond y ‘Mission: Impossible’ con tanta gracia y salero que la pirueta visual se antoja un insulto a la retina del espectador. Todo es desidia y desgana, desmayo narrativo salpicado por golpes y escenarios de postal para enmarcar las andanzas de este asesino accidental. Pero nada más irrisorio que asistir, entre pelea y pelea, a esa tierna ceremonia de Statham poniéndole ojitos de ensueño a Jessica Alba como si se fuese a acabar el mundo antes de un penúltimo cuerpo a cuerpo. De muerte, que no de pasión.