El ‘tío de la boina’, en su atalaya de los montes de la vía verde de La Engaña. T. C.
Esta escultura natural tallada por la erosión es una anécdota en el espectacular paisaje de la Vía Verde del Ferrocarril Santander-Mediterráno
Ignoro el tiempo que lleva ahí el ‘tío de la boina’, pero yo lo he visto cada verano desde que era pequeña. Desconozco si se le da algún otro nombre, pero siempre lo hemos llamado así. Es un vigía perenne, encaramado en la peña que corona uno de los montes de la Vía Verde del Santander-Mediterráneo en el tramo de La Engaña. El ‘tío de la boina’ es una escultura natural que la erosión ha tallado durante milenios hasta darle la forma del busto de un hombre tocado con una enorme gorra de rabillo.
A medio kilómetro del túnel de La Engaña, en dirección a Pedrosa de Valdeporres, puede observarse con toda nitidez esta curiosa formación rocosa, en la montaña del flanco derecho. A medida que se avanza por la antigua traza del ferrocarril, sobre la que nunca se tendió la vía, la perspectiva deforma al ‘tío de la boina’ hasta hacerlo desaparecer.
El guardián pétreo da la espalda al túnel, como si nada malo pudiera venirle de ese lado, y, en cambio, otea con determinación lo que tiene por delante, quizá porque, kilómetro y medio más allá, avanzan las máquinas de la cantera que destrozan los montes de la zona. La piedra natural que se extrae para usos ornamentales, de talla, de sillería y de chapado, se comercializa bajo la denominación de Arenisca de Valdeporres.
La cantera comenzó a funcionar en 1996, después de recibir los informes favorables de la Sociedad de Investigación y Explotación Minera de Castilla y León (Siemcalsa). Un parón en su actividad años después hizo creer que la agresión a la montaña había terminado, pero otra empresa reanudó la explotación. El impacto visual sobre este paraje natural de gran belleza es muy negativo, máxime cuando el Camino Natural de las Merindades se transformó en 2009 en una vía verde de seis kilómetros entre el moribundo túnel de La Engaña y el arruinado viaducto de Santelices, obra de diez arcos que acabará por echarse a perder si no se actúa para frenar el deterioro de las barandas y de la plataforma.
El ‘tío de la boina’ es una anécdota en el atractivo paisaje del Camino Natural de las Merindades. El sendero entre La Engaña y Santelices de Valdeporres forma parte del proyecto de Vía Verde del Ferrocarril Santander-Mediterráneo entre el túnel y la ciudad de Burgos, con una longitud de 106 kilómetros. Además de este tramo de 6 kilómetros, también se ha habilitado el que discurre entre Modúbar de la Emparedada y Cojóbar, de 14 kilómetros, y está en ejecución el de Quintanilla de Vivar a Castellanos de Bureba, de 44 kilómetros. Las obras comenzaron en julio de 2011 y el plazo que se estableció para su conclusión es de 36 meses.