The Lady in the Van
2015 104 min. Reino Unido Director: Nicholas Hytner.Reparto: Maggie Smith, Alex Jennings, Jim Broadbent, Dominic Cooper, James Corden, Frances de la Tour, Samuel Anderson. Comedia. Sala: Los Ángeles. Hasta el domingo.
Lo british es la marca, el sello, la envoltura, la anécdota trascendida en vivencia y su contrario. Hay cierto juego de espejos, de dualidad entre invención, ficción y realidad. Durante 15 años, el escritor Alan Bennett tuvo a una anciana vagabunda y su furgoneta, no menos desvencijada, ancladas frente a su casa. De esa experiencia escribió una obra teatral de éxito.
El director Nicholas Hytner, con la complicidad del dramaturgo y guionista –ambos ya habían colaborado en ‘La locura del rey Jorge’ y ‘The History Boys’–, la traslada al cine. La cuestión es que la relación entre el autor y Miss Shepherd tiene menos capacidad motora que el vehículo que sirve de excusa para facilitar el encuentro. Hay sucesión de detalles, mundos marginales que se reconocen, pero no existe conflicto y el resultado es una dramedia o una comedia con trasfondo dramático, irónica y con una especial empatía que está centrada en la interpretación poderosa de Maggie Smith.
El cineasta retrata a la señorita Shepherd con cierto tono de comedia negra y social. Excentricidad, ingenio, divertimento pero todo vaporoso, ligero, exento de hondura. ‘The Lady in the Van’ salva su ligereza con el festival de la actriz que pone y dispone todos los matices de ese territorio british que envuelve la historia mínima de esa extraña convivencia. En Hollywood este vínculo hubiera propiciado una fabulita correctamente política y con el buenismo que domina gran parte de la esfera dominante. Pero en el filme de Hytner cabe la mirada ácida y la diversidad de puntos de vista sociales sin llegar a echar chispas. La fricción y ficción entre la cascarrabias y el intelectual daba casi para un musical. No hay nada rupturista y provocador pero la agudeza y lo psicológico también están presentes. Pero es la actriz inmensa la que sitúa, encaja y rediseña a su antojo el filme cuando se queda a medias o se muestra corto de miras, sinsorgo e insustancial.
Lo autobiográfico ni suma ni resta. La homeless encarna esa vida cotidiana que muchas veces pasa delante de nuestras puertas y se diluye y se fuga. Cuando todo parece destartalado surge una energía que es encanto y seducción. El escritor de ‘La dama de la furgoneta’, entre el gesto hilarante y el retrato costumbrista abre una puerta a los símbolos de la marginaldiad y al sentimiento de culpabsilidad de una comunidad. No es un filme militante, tampoco amable como aparenta. Pero las situaciones ambiguas, el paseo sobre la cuerda floja del conflicto clasista, la mirada compasiva o la identificación pasan todas por la entregada, jubilosa y luminosa interpretación de Maggie Smith, todo el metraje en modo diosa de la escena, de la pantalla y de ese decorado de jardín con furgoneta.