Una madre imperfecta
2015 100 min. Estados Unidos
Director: Lorene Scafaria.
Reparto:Susan Sarandon, Rose Byrne, J.K. Simmons, Lucy Punch, Jason Ritter, Michael McKean, Casey Wilson, Sarah Baker.
Género: Comedia dramática
Salas: Cinesa
Su encarnación de una madre imperfecta refleja una interpretación perfecta. El exceso de protección y posesión –el ‘defecto’ del personaje– es precisamente el abrazo de actriz que practica y transmite Susan Sarandon en esta comedia, muchas veces pesada, que sólo toma vuelo gracias a esa solidez de la estrella de ‘Atlantic City’. La guionista y directora, Lorena Scafaria, opta por la comedia amable con leves sombras de amargura y ternura colisionando y sin rumbo, pero, finalmente, a salvo del precipicio cada vez que la sutil ligereza de Sarandon va dejando sus huellas. Ella, omnipresente aunque no lo parezca, acapara, se apropia y se convierte en la madre de todas las zonas ingratas de esta cinta a la deriva, controlada por cada rasgo emocional impreso en su personaje. Si asoma el encanto y se revela cierta calidez es gracias a la materia prima de una actriz que acerca, se aleja, abraza y rechaza a su personaje cómo y cuando quiere. Pero lo que en otras sería un ejercicio desmedido de egolatría y sobreactuación, es en ‘Una madre imperfecta’ una lección de vibración e inteligencia. Es verdad que se destila cariño y aire de sinceridad autobiográfica en la historia que retrata la directora pero las oscilaciones de ritmo, registros y esos vaivenes entre la comicidad discutible y un sentido sentimental equivocado de los afectos quedan corregidos en cada gesto, detalle y dominio del espacio que muestra Susan Sarandon. Sencillez y simpleza compitiendo para no descender a la banalidad, ambas sostenidas en un retrato coherente que tan pronto se vuelve dramático como entrañable, distanciado sólo por el chasquido luminoso de la actriz. La falta de hondura del filme es obvia. Falta talento para superar las anécdotas y consistencia para alumbrar imaginación en estas criaturas, madre e hija, marcadas por una ausencia y perseguidoras de un territorio cómplice. La cineasta de ‘Buscando un amigo para el fin del mundo’, quizás consciente de sus limitaciones, deja al menos el camino expedito para que Sarandon y Rose Byrne (no menos brillante) conviertan una mera radiografía femenina sobre carencias afectivas y necesidades de amar en una pequeña demostración de encanto. El título original, ‘The Meddler’ (La entrometida) más ajustado al perfil de la madre y al espíritu sociológico que subyace en la historia –la privacidad y la intimidad amenazadas– revela de manera más claras las intenciones de una obra que, sin embargo, nunca supera lo rutinario. En la periferia de los estereotipos triunfa el matiz para elevar la complejidad de una personalidad que se antoja deslumbrante cuando quiere la inmensa intérprete haciendo de lo mínimo una isla de grandeza. Madre no hay más que una y se llama Susan.