Suri tiene tres años y lleva tacones. Tom y Katie están encantados. Una revista dice que es la niña mejor vestida de todo Hollywood. A mamá se le cae la baba en el barrio. Qué ricura… Hay una web que sigue el día a día de la pequeña fashion victim. Es súper.
Pit (se llama Pedro, pero te mira mal si le llamas por su nombre) es el último en salir del vestuario. No está calentando. Se está colocando el pelo como CR9 para jugar un partido de séptima en la FECAV. Durante el juego, se toca las medias dobladas más de veinte veces. Le preocupa que se le caiga el rosario que compró en los chinos y que luego se pondrá para salir con la camisa abierta. Si marca, besa el anillo mirando a Jenny, que levanta el ‘katxi’ y le dice a su amiga: «Es el puto amo, ¿me entiendes?».
A Elenita le cuesta saludar. Pero si le paras se deshace en sonrisas y preguntas. En su pandi llevan todos la Belstaff, pero sólo van a los conciertos si les regalan entradas. Cuando salen a cenar comen poco y hay un bar donde les invitan a las copas. Qué estilazo…
La Juani ha oído en la tele que una chica de las que acaban cada frase con ‘¿sabes?’ dice que es ‘poligonera’. Le ha gustado la palabra. Pit, el del fútbol, se lo escuchó decir cuando le puso los cuernos a Jenny con ella. En cuanto se vean, se van a arrancar los pelos. «Nadie toca a mi hombre», dice. Tiene 17 años.
Borjita, el nieto del dueño de la empresa, va a montar otro negocio de hostelería. En el anterior dejó muchos pufos, pero sigue tomando cañas en las terrazas del Paseo Pereda. Siempre está bronceado.
El Míguel (con acento en la ‘i’) y la Juli van a tener un hijo. Le pondrán ‘Cabano’, porque no se pierden un capítulo de una serie de televisión. Los nombres de toda la vida no les gustan. No tienen clase. Con ese llegará, por lo menos, a Gran Hermano. Si fuera niña le pondrían Suri. Llevaría zapatos de tacón…