Déjame ver las noticias, mamá! De esta frase inicial se pueden extraer dos conclusiones. La primera es que a mis 31 añazos todavía voy a comer a diario a casa de Gracita (que ya me vale, lo admito). Y la segunda es que mi madre siempre me interroga mientras vemos el Telediario (antes de que me obligue a cambiar para poner ‘Saber y Ganar’, que para eso es su casa y el mando es suyo…).
Pero hace bien poco, me hizo una pregunta a la que no supe responder: ‘¿Por qué nunca sale Cantabria?’. Y es que tiene razón… Hagan la prueba: Noticia de temporal en el norte; conexión en directo con la playa de Riazor (
Y digo yo que el viento pega aquí tan fuerte como en cualquier lado, que para paraguas los de Santander, que en Mataporquera pueden dar lecciones de nieve y que en El Escudo también se paran los camiones. Más aún, para urbanismo, El Cuco, de carnavales, Santoña, y de terrorismo… De terrorismo, cualquiera…
Así que salvo que se derrumbe Valdecilla, se nos caiga el Cabildo o Revilla coja un taxi, nosotros no salimos y yo no encuentro respuestas para explicar a mi madre que entre Galicia y el País Vasco no hay un agujero. Y todo, aunque la cornisa sea Cantábrica y el mar donde todos se bañan, también.
Por cierto mamá, mañana voy a comer.