Ildefonso Calderón iba a salir bien parado de la moción de censura que le arrebató el bastón de mando. La fractura interna por el relevo forzoso en la Alcaldía causaría al PSOE un daño irreparable y el PRC, instigador de la maniobra, obtendría beneficios. Esta primera encuesta pone en entredicho no pocas percepciones y estrategias políticas que se han manejado en Torrelavega. También confirma el pronóstico general de la gran fragmentación del voto –siete partidos para 25 concejales– que impone una alianza múltiple para gobernar.
Calderón puede ser de nuevo el más votado, pero pierde mucho terreno. Quizá sea el gran damnificado por la aparición de Ciudadanos, pero también le pasa factura el avance de la crisis y el paro con el PP gobernante en Cantabria y en España. En esta encuesta, a los populares no les salen las cuentas para recuperar la Alcaldía.
El PSOE sale relativamente bien librado de la división que supuso la moción de censura y la expulsión de la exalcaldesa Blanca Rosa Gómez Morante. Las siglas socialistas mantienen su solidez en Torrelavega, incluso en las peores circunstancias. Los militantes reconocieron la altura política de José Manuel Cruz Viadero durante la crisis interna y lo proclamaron candidato en las primarias frente a la regidora, Lidia Ruiz Salmón, y al aparato. Cruz Viadero, en su difícil campaña –desde fuera de la Corporación y de la ejecutiva del PSOE– es mejor valorado que su partido, al contrario que Ruiz Salmón. Y que Javier López Estrada, el candidato del PRC, que tiene en Torrelavega su maquinaria más potente, pero pierde un edil.
El sondeo otorga 12 concejales a la actual coalición de gobierno PSOE/PRC. A uno solo de la mayoría y un amplio abanico de opciones para negociar: ACPT, el grupo de Podemos, Ciudadanos…    A la expectativa queda Gómez Morante, la más popular y mejor valorada entre los candidatos, pero la limitada cuota que le da la encuesta no le alcanza para tener una posición de fuerza en los pactos.