Un cambio contundente, a la altura de las grandes necesidades que impone la debilidad del momento. Los ocho años de coalición de gobierno con el PRC, entre 2003 y 2011, le permitieron al PSOE alcanzar el poder en Cantabria y hasta aplicar su modelo de gestión en las amplias parcelas de gobierno que le tocó en el reparto –en torno al 80% de los presupuestos–, pero la alianza le pasó una factura carísima al partido. En esas dos legislaturas, los socialistas vieron caer con estrépito su representación en el Parlamento –de 13 a 7 diputados regionales–, perdieron su condición de segunda fuerza política a favor de sus socios regionalistas y casi dos tercios de sus alcaldes, de 26 a 9.  Ante una situación ya precaria y la nueva amenaza de Podemos por la izquierda en las elecciones de mayo de 2015, el PSOE lleva a cabo una importante renovación, también generacional, de candidatos en los municipios. En los grandes y en los pequeños, en los que antes habían fracasado y hasta incluso en varios de los que gobiernan. Renovarse para resistir, y si es posible, remontar el vuelo.
El cambio más relevante es, naturalmente, el de Santander, donde se ventilan un tercio de los votos de Cantabria. Pedro Casares, elegido secretario general y candidato a la Alcaldía en unas Primarias que han registrado una alta participación del 72% de los militantes, ha integrado en su equipo a gente joven procedente de los dos grupos mayoritarios en el partido. Se plantea un doble reto: mejorar los pobres resultados electorales en la capital (cinco concejales en 2011) y enterrar el eterno conflicto entre el oficialismo y el sector crítico. El liderazgo de Casares se refuerza merced a su conexión directa con la dirección federal del partido, con Pedro Sánchez y César Luena.
También en Torrelavega el cambio es importante, pero muy convulso. La secuencia es terrible: la candidata en 2011, Blanca Rosa Gómez Morante, fue expulsada del PSOE y ahora alienta un nuevo partido desde la Corporación. La alcaldesa sobrevenida por una moción de censura, Lidia Ruiz Salmón, fue desautorizada por los militantes en las Primarias, pero conserva el bastón de mando. Y el candidato elegido, José Manuel Cruz Viadero, sin cargo alguno, pelea tenaz contra su déficit de visibilidad en la política municipal.
Pero la renovación de candidatos municipales del PSOE trasciende a las dos ciudades de Cantabria y alcanza, incluso a los ayuntamientos donde gobierna, los nueve conseguidos en los comicios de 2011 y los dos sumados después mediante las mociones de censura en Torrelavega y en Mazcuerras.
El alcalde de Colindres, José Ángel Hierro, uno de los más firmes valores del PSOE, 15 años en el cargo, deja paso a Javier Incera en un relevo que ha resultado poco amistoso. Roberto Escobedo, regidor de Val de San Vicente, será candidato en mayo, pero en 2011 lo fue otro histórico, Miguel Ángel González Vega, 25 años de alcalde, quien cedió a su segundo el bastón de mando al ganar plaza en el Senado. También habrá cambio obligado en Liérganes, tras el fallecimiento del regidor, Ramón Diego, y está en el aire la continuidad de los alcaldes de Rasines, Jaime Bonachea, y de Tresviso, Francisco Javier Campo.
Sí posarán de nuevo para la foto electoral otros regidores que en 2011 aguantaron el ‘tsunami’ del PP: Andrés Ruiz Moya (Suances), Secundino Caso (Peñarrubia), Isidoro Rábago (Santillana del Mar) y María del Mar Iglesias (Limpias) . También repetirá el ‘nuevo’ alcalde de Mazcuerras, Celestino Fernández. Y aunque no ganaron en 2011, también repetirán como números uno Daniel Rivas en Castro Urdiales, Juan Ramón López Revuelta en Laredo, Salomón Martín en El Astillero y María Isabel Fernández en Cabezón de la Sal.
Desde que en junio, tras las elecciones europeas, la secretaria general, Eva Díaz Tezanos, impulsó este proceso, el PSOE ha confirmado, en asambleas y primarias, a sus candidatos en 41 de los 102 municipios cántabros, que acogen a más de un 80% de la población.
Los cambios respecto a 2011 afectará a otros ayuntamientos importantes como Camargo, Piélagos, Santoña, Santa Cruz de Bezana, Los Corrales de Buelna, Medio Cudeyo, San Vicente de la Barquera, Noja, Reocín o Cartes.
Un alto grado de renovación acorde, aunque no tan pronunciado, con el que se ha producido en las capitales de provincias españolas: un 74% de los candidatos socialistas se estrenarán en los carteles electorales de mayo.
Queda por ver si la renovación generacional y el avance hacia la cohesión entre ‘familias’ que se experimenta en Santander tiene confirmación en el conjunto de las listas municipales, que se conformarán a partir de enero, y posteriormente en la candidatura regional que encabezará Eva Díaz Tezanos, también por primera vez. Las inciertas posibilidades de mejorar en mayo los siete diputados que ahora tiene el PSOE en el Parlamento, máxime con la reducción de 39 a 35 escaños en la Cámara, no dejan mucho margen para grandes cambios sin que pasen a retiro algunos nombres históricos.