Dentro de dos semanas, el domingo 14 de diciembre, un millar de militantes regionalistas de los aproximadamente 8.000 que figuran en el censo se reunirán en el Paraninfo de la Universidad para celebrar su congreso previo a las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2015. A la hora del aperitivo de la comida de Navidad en Mogro, el mismo día del congreso, los regionalistas podrán ver el tercer programa de la serie ‘Este país merece la pena’ que hoy mismo inicia en Telecinco Miguel Ángel Revilla, en su pueblo natal de Salceda (Polaciones) y con Pascual Maragall como invitado, al que seguirán el juez Elpidio Silva, el exlíder de IU Julio Anguita, el cardiólogo Valentín Fuster… Todo un contraste: mientras el PRC ha afrontado el difícil trance de volver a la oposición en el Parlamento tras 16 años de responsabilidades gubernamentales con el PP y con el PSOE, su líder ha alcanzado la máxima cota de popularidad con sus libros y su presencia intensiva en las televisiones, aunque está por ver en qué medida esa fama se traducirá en votos en Cantabria. En seis meses las urnas medirán la fuerza del PRC y del propio Revilla, autoproclamado candidato ya a finales de 2011, en su último gran desafío: volver al Gobierno.
‘Ahora sí’ es el lema que se maneja para el congreso –que prefigura también una idea central para la campaña electoral–, aunque podría haber algún retoque. La plana mayor del PRC está inmersa en la organización del cónclave y en sus ponencias. La de estrategia política correrá a cargo del vicesecretario general, Rafael de la Sierra.
El análisis de este nuevo tiempo en la oposición –complicado, pero no comparable a la ‘travesía del desierto’ de los primeros noventa, con solo dos diputados, los alcaldes en fuga y el partido en quiebra política y financiera– con la grave crisis económica, el estallido de la corrupción y nuevas fuerzas políticas en escena.
Y una proyección de futuro: el PRC debe reafirmar su vocación de partido de gobierno en toda su política, potenciar la renovación con un régimen de incompatibilidades que impida la acumulación de cargos y facilite el paso a las generaciones más jóvenes, y dotarse de normas claras y drásticas frente a eventuales casos de corrupción y litigios en los tribunales.
Las políticas de gobierno, a cargo del también vicesecretario general Francisco Javier López Marcano, la inversión y las infraestructuras, el empleo y bienestar social y la estrategia municipal serán otros ejes del debate congresual. También el sector crítico del PRC en Santander –el que presenta batalla desde dentro, luego de los abandonos de Luis Herrera, Pacu Sierra o Conchi Solanas– ha elaborado una ponencia que espera defender en el congreso o al menos que sea incorporada a la discusión. ‘Por un PRC más progresista y ciudadano’, es el título ilustrativo de la reflexión que aporta el grupo encabezado por Carlos Ruiz y Jesús Ruiz.
El modelo orgánico del PRC no experimentará grandes cambios en el congreso y mantendrá el amplísimo comité ejecutivo de 63 miembros, aunque hay órganos más reducidos para las decisiones del día a día. A falta de que Revilla decida, la previsión es que se mantengan en el equipo directivo los pesos pesados del partido, pero que se incorporen jóvenes en funciones de responsabilidad.
Los sondeos, los posibles pactos postelectorales y la amenaza de Podemos quedarán para los corrillos del congreso. Los dirigentes del PRC prefieren no creerse la encuesta de los populares (PP 16 escaños, PRC 9, PSOE 5 Podemos 5) y se asignan al menos 10/11. El PP augura que Podemos hará daño al PRC: si antes los regionalistas se llevaban el voto de quienes se oponían a los dos grandes partidos nacionales, ahora ese espacio lo reclama también Podemos.
En la última ejecutiva, Revilla tranquilizó a sus partidarios: el PRC tiene un votante fiel, ideológicamente más centrado y, a diferencia de Podemos, tiene fuerza en la región, 30 alcaldes y líderes conocidos. Entre ellos, el de San Felices de Buelna, José Antonio González Linares, quien reclama periódicamente reconocimiento a su papel estelar (11 concejales de 11) y remolonea su renovación como candidato del PRC, así que Revilla fue el domingo pasado a ‘dorarle un poco la píldora’.
«Claro que Podemos nos llevará votos. Como a todos, pero menos que a los demás», dice Revilla, que ha jugado con la hipótesis de pactar con el partido de Pablo Iglesias. El líder del PRC apunta con sorna que no es que comparta discurso de Iglesias sino que el joven profesor le ha copiado el suyo de su último libro ‘La jungla de los listos’, aunque no –advierte– las soluciones extravagantes que Iglesias propone en materia de economía o defensa. Revilla cree que Podemos tiene más posibilidades en Cantabria si pacta con Izquierda Unida y no descarta que la incorporación de la izquierda más radical traiga la ingobernabilidad.
Pero eso se verá a su debido tiempo. Ahora toca organizar un congreso que agite el partido para la carrera hacia las urnas. El principio del final para Revilla. Sin angustia y sin euforia: «Me presento por última vez a las elecciones y lo hago como un compromiso y una obligación con mis compañeros del PRC».