La campaña arranca, como es de rigor, con el sondeo del CIS del que sólo Unidos Podemos sale autorizado para la euforia. En el resto de los partidos, decepción en distintos grados. PP y Ciudadanos no cumplen sus expectativas optimistas. Desolación en el PSOE. El ‘sorpasso’ es ya un pronóstico generalizado, en escaños y en votos. La gobernabilidad de España sigue tan incierta como tras las elecciones del 20-D, aunque un pacto de la izquierda tendría muy cerca la mayoría absoluta.
La encuesta mantiene en Cantabria la distribución de los cinco escaños del Congreso del 20-D: (PP 2, PSOE 1, Podemos 1, Ciudadanos 1) que los propios partidos también consideran más probable. Pero sólo es un vaticinio. Sin ir más lejos, el CIS no acertó en las vísperas del 20-D, cuando asignó tres diputados al PP y dejo fuera del reparto a Podemos, que luego obtuvo incluso más votos que el partido de Albert Rivera.
El error era bastante comprensible porque no había antecedentes de los nuevos partidos en las elecciones legislativas, de modo que el gran porcentaje de indecisos fue ‘cocinado’ en el CIS en favor de los partidos dominantes hasta entonces.
Seguramente el estudio de opinión pública será ahora más ajustado al operar ya el recuerdo de voto de hace seis meses. Con todas las prevenciones. El sondeo para Cantabria se sustenta en 320 entrevistas realizadas en 25 municipios, menos de la tercera parte de la cifra, entre 1.000 y 1.100, que los expertos consideran necesaria para alcanzar altas cotas de fiabilidad. El porcentaje de error, un 5,6%, de los más altos de España, mucho más que el entorno del 2% calculado para Cataluña o Andalucía.
Como ocurrió en diciembre, la adjudicación del quinto diputado mediante el sistema D’Hondt entraña la principal incógnita. Ahí podría instalarse la disputa entre el tercer escaño al que aspira el PP y el único que defiende Ciudadanos. La otra duda queda para el Senado, donde el reparto es bien simple. El partido más votado –habitualmente el PP– se quedará con las tres primeras plazas y la cuarta será para el segundo. El socialista Miguel Ángel González Vega defiende la posición frente al ‘sorpasso’ del podemita Kevin Botejara.